11/1/09

El Exorcista

Ofrecemos un breve dossier sobre el film de culto "El Exorcista", consistente en dos artículos: El mito de El Exorcista donde recorremos los origenes de la leyenda y Las escenas nunca vistas donde analizamos las modificaciones que aparecen en la nueva versión.

Contenido
1- El mito de El Exorcista
2- Las escenas nunca vistas


1- El mito de El Exorcista

El Exorcista es probablemente la película de terror más famosa de los años '70 y la que sin duda contribuyó a reformar el panorama del cine de horror. La pregunta sobre si fue realmente original debería ser respondida teniendo en cuenta la poderosa influencia que THE ROSEMARY'S BABY (El Bebé de Rosemary-1968) ejerció sobre todo el desarrollo del cine del género. Incluyó en una nueva óptica el personaje del Diablo en la Tierra, una óptica más extremista de lo que ninguna película anterior había incluído (cristalizada en el tema del pacto satánico y el nacimiento del Hijo del Demonio). Y El Exorcista explotó esta presencia llevando también al extremo pero en el tema de la posesión satánica, y el terror religioso.

Ocuparse del cine de terror religioso nos puede llevar por extraños caminos. Una antología del género no debería obviar filmes como VREDEN DAG (Días de Ira-1943) del genial Carl Theodor Dreyer, en la que un caso de acusación y condena por brujería tenía perturbadoras consecuencias para el acusador y en primera instancia HAXAN (La Brujería a Través de los Siglos-1922). En el filme que nos ocupa se hace énfasis en un elemento si bien poco divulgado, pero real en el ámbito de la religión católica: los exorcismos, o sea la expulsión de espíritus malignos de los cuerpos de los poseídos. Probablemente esta sea una de las razones del éxito de público que tuvo El Exorcista.

Al igual que otras películas famosas, El Exorcista tiene su leyenda. Se dice que a lo largo de la producción y rodaje hubo muchas desgracias "casuales", fallecieron personas allegadas a los actores, (incluso Jack McGowran, quien interpretaba un personaje, Burke Dennings, falleció días después de filmar su muerte en la película), hubo accidentes extraños (uno de los sets de filmación se quemó inexplicablemente, retrasando la filmación unas seis semanas), y entre el equipo técnico hubo un clima de agitación permanente. Luego del estreno (el 26 de diciembre de 1973), la campaña publicitaria se basó en el tabú religioso y en el terror real (el aviso de que la trama estaba basada en una historia real). Así, se dijo que hubo personas que en el cine sufrieron ataques de nervios y hasta una mujer que abortó su embarazo. Los dueños de los cines aprovecharon y apostaron ambulancias en las puertas y enfermeros con camillas listos para atender a los primeros desmayados. Incluso los detractores de la película le hicieron sin quererlo publicidad. El reverendo Bill Graham escribió: "Por primera vez en una película mainstream, las audiencias presenciaron la desecración gráfica de todolo que era considerado sano e íntegro sobre el desdibujado Sueño Americano: el hogar, la familia, la iglesia y, más chocantemente, la niñez." Graham no dudó en acusar al filme de "satánico".

Sin embargo, El Exorcista no fue solamente un fenómeno publicitario o de astucia promocional. Su historia es tan densa como el vómito que Linda Blair arroja en una escena cumbre. Una sana niña de 12 años llamada Regan MacNeil (Blair) comienza a sufrir extrañas indisposiciones en medio de alteraciones importantes de su conducta, que llevan a su madre (Ellen Burstyn) a consultar a un neurólogo, luego a otro y así hasta agotar todas las instancias. Los galenos le recomiendan que, como última salida, está la de recurrir a un religioso. Al principio, en su condición de atea, la Sra. MacNeil no hace caso al consejo, pero luego del encrudecimiento de la afección de su hija (que llega a atacar a la madre con feroz tenacidad), la pobre mujer recurre al padre Karras (Jason Miller), quien intenta dominar la situación mientras la pequeña se ha transformado en una criatura demoníaca que grita blasfemias, se masturba con un crucifijo y es presa de horribles convulciones. Pero Karras es incapaz de liberarla, y decide a su vez, recurrir a otro sacerdote más viejo y con más experiencia, el padre Merrin (Max Von Sydow), quien ha realizado anteriormente otros exorcismos de manera exitosa.

Pero la ceremonia del exorcismo final es terrible, Regan le expele a ambos curas una sarta de maldiciones e insultos, despide un hedor insoportable y llega a levitar por encima de su lecho, provocando un ataque cardíaco al viejo padre Merrin. Finalmente, exasperado, el padre Karras intenta estrangular a la niña, consiguiendo que el demonio libere el cuerpo de la niña, pero para ingresar en el del propio Karras. Comprendiendo su suerte, Karras, corre hacia la ventana y se arroja hacia el vacío, cayendo en una escalinata, donde encuentra su muerte. Pero la salud de Regan vuelve y ya no quedan trazas de su anterior comportamiento.

La película estuvo basada en una novela del escritor William Peter Blatty, que había sido best seller. El director fue William Friedkin, y tuvo la delicadeza de que el mismo Blatty adaptase su obra al cine, logrando no solo una buena adaptación sino también una renovación sobre los códigos de censura del cine. Friedkin logró al mismo tiempo que una trama atrapante, un importante clima ominoso, que se vio ayudado por la miles de veces imitada (especialmente por el cine italiano de horror) banda sonora de Jack Nitzsche y la inclusión de música de órgano tubular de Mike Oldfield. Los efectos sonoros (ganadores del premio Oscar junto al guión de Blatty), fueon también avanzados. Las escenas atrevidas de la niña Blair (los insultos y la masturbación) fueron interpretadas por Eileen Dietz, su doble (probablemente la idea de que la pequeña Linda hubiera hecho tales escenas motivó algunas ideas equivocadas y condenas sobre la película). En tanto que el vozarrón femenino de la niña poseída fue entonado por la actriz Mercedes McCambridge, quien luego demandó a Warner Bros. por no haber recibido el crédito correspondiente en los títulos del filme.

El éxito que generó El Exorcista lanzó una larga serie de películas basadas en exorcismos, incluyendo la versión negra en ABBY (1974), la versión italiana CHI SEI? / BEYOND THE DOOR (Poder Maléfico-1974), y la secuela oficial EXORCIST II: THE HERETIC (El exorcista II-1978). Ninguna de estas alcanzó a superar en tensión a la original. Y es lógico, no se puede cambiar el cine tan rápido, como lo cambió El Exorcista.


2- Las escenas nunca vistas


El reestreno de la película El Exorcista, realizado en EE.UU. el 22 septiembre del año pasado (en Argentina se espera para el 8 de marzo), constituye un gran suceso para los fans de este film y del cine de terror en general.

Este reestreno, conocido con el título "The Version You've Never Seen" presenta, además de una cuidada reelaboración del sonido, 11 minutos de metraje no incluidos en la original.

Las escenas no incluidas en la primera versión ya habían adquirido proporciones mitológicas para los fanáticos del film de William Friedkin. Para hacer memoria seguimos el excelente artículo Hablar del Diablo... de Mark Kermode publicado en 1994 en la revista Fangoria - edición española- Nº28 (Kermode es un especialista en esta película, fue el responsable de un completísimo especial de la BBC que se hizo con motivo de los 25 años del estreno de The Exorcist).

Según contaba la leyenda, William Peter Blatty (autor de libro que dio origen a la película y guionista de la misma) vio hacia fines de 1973 una versión del film que duraba 140 minutos a la que dio su aprobación. Aparentemente la opinión de Blatty no era muy bien considerada ya que no se lo dejó asistir a las etapas finales de la producción y, para colmo, a la versión final le fueron quitadas varias escenas con respecto a la que había visto el autor del libro. Blatty siempre afirmó que la versión mas larga era muy superior a la que efectivamente se vio ya que esta última tenía varios huecos en la estructura narrativa, rebajando a El Exorcista de ser "una película realmente magistral" a ser simplemente "un thriller soberbio".

Por su parte Friedkin afirmó que solo había suprimido unos cinco minutos de metraje y que fue porque rompían el ritmo del film. Según sus propias palabras, las escenas cortadas "aburrían hasta a los muertos".

Blatty nunca se resignó a quedarse con la versión que no le gustaba, pero nunca contó con el apoyo del director, "Bill Friedkin siempre me dijo que ese metraje se ha perdido y que probablemente ha sido destruido".

Más de un cuarto de siglo debió pasar para que Blatty viera la versión que tanto quería, la cual, detalles mas o detalles menos, es la que llega a los cines con el título "El Exorcista con escenas nunca vistas" (este es el no muy agraciado titulo argentino).

¿Y las escenas?

Advertencia: ¡Muchos Spoilers!

A esta altura todos deben preguntarse cuales son estas "escenas nunca vistas". Aquí ofrecemos un recorrido básico por las más importantes.
  • La visita al médico
La versión que vio Blatty incluía una primera visita al médico. Según Mark Kermode esta secuencia fue eliminada porque Friedkin creía que "los espectadores ya sabían que la enfermedad de Regan era de naturaleza sobrenatural y acabarían irritándose ante la abundancia de pistas falsas que intentaban dar una explicación medica a su estado". Estas escenas fueron incluidas en la nueva versión, siguiendo la intención del guionista de darle un desarrollo más gradual a "la enfermedad" de la niña.
  • SpiderWalk
Sin dudas la escena más famosa entre todas las que fueron quitadas es esa del Spiderwalk (caminar de araña) donde Regan baja las escaleras de espaldas. Esta impresionante escena fue incluida, aunque incompleta, en la nueva versión. Aparentemente el director excluyó esta escena de la versión original sólo porque no estaba conforme con su factura técnica, aunque otra teoría afirma que fue excluida para evitar que le secuencia donde va incluida tenga un doble clímax (recordemos que el spiderwalk va justo después que Chris es notificada de la muerte de Burke, que es donde Friedkin quería hacer hincapié).
  • Conversación en la escalera
Una importante escena no incluida en la versión original es una donde los padres Karras y Merrin conversan en la escalera (Karras pregunta ¿Porqué esta niña?). Según Blatty, esta escena es crucial: "la conversación entre Karras y Merrin es el momento en el que descubres por qué hemos tenido que soportar todo ese horror desde hace tanto tiempo". Por su parte Friedkin se justifica, afirmando "eliminé esa escena porque era demasiado explícita. Toda la película giraba alrededor de aquello sobre lo que hablaban, así que me pregunté porque tenían que hablar de ello. Era el equivalente al final de Psycho, una escena que odio. A mí me parecía que no necesitábamos explicar todo eso, que los espectadores debían ir rellenando los huecos por si solos".

En la nueva versión se incluye esta famosa conversación.
  • El final
Otra escena no incluida en la versión original es la del final, una suerte de epílogo donde el detective Kynderman y el padre Dyer tienen una charla sobre el bien y el mal y sobre algunas películas. Este era el final tal como figuraba en la novela, pero al director no le gustó el resultado "resulta terriblemente anticlimático en una película como esta".

Este es el final de la nueva versión de El Exorcista.

Existen otros cambios en el film, pero los mencionados son los fundamentales. Curiosamente no fueron incluidas todas las "escenas perdidas" que se mencionaron durante años. Por ejemplo, falta un paseo que realizan Regan y su madre por la ciudad de Washington.

¿Es la versión del director?

Esa es la gran pregunta. Si William Friedkin defendió con tanto ahínco la eliminación de las escenas mencionadas ¿Por qué este film se promociona como un corte del director?

Evidentemente es otro de los grandes misterios de Hollywood.

(Aunque pareciera que alguien advirtió esto, ya que la tapa del dossier oficial de prensa que le entregaron a este cronista tiene impreso el título The Exorcist y abajo tiene pegado un tosco sticker negro. Debajo de ese sticker - imposible evitar despegarlo- dice "Director´s Cut").

Para finalizar

Después de leer este artículo, la gran duda es develar quien de los dos implicados tenía la razón, si William Friedkin con su decisión de sacar las escenas mencionadas o William Peter Blatty con su reclamo de recuperar esas tomas.

Es probable que sea discusión sea solo para los amantes de los pequeños detalles, ya que por un lado la versión original no es confusa y por otro, la nueva versión no necesariamente se ve falta de ritmo.

En definitiva, las modificaciones no aportan un cambio significativo para el desarrollo del film. Las nuevas escenas, en realidad, parecen sólo una excusa para justificar el reestreno.

Esto no significa que no valga la pena ir a verla, todo lo contrario. La cuestión es que el justificativo para ver nuevamente El Exorcista no está en las nuevas escenas sino en el hecho de verla en el cine.

Para entender esto hay que tener en cuenta que para toda una generación El Exorcista es sólo un clásico de la pantalla chica, ya que ese público (digamos, todos los menores de 30) no tuvo la posibilidad de ver esta película en un cine. Y convengamos que el cine tiene un microclima creado a partir de la oscuridad de la sala, de la fuerza del sonido, de la omnipresencia de la imagen. Cosas que ni ningún televisor puede igualar, independientemente del tamaño del mismo.

Es por eso que hay que agradecer la existencia de esta nueva versión, porque nos da la posibilidad de reincidir en ese ritual de ir al cine, que siempre es fascinante, pero que se vuelve maravilloso si es para ver un verdadero clásico del horror como es El Exorcista.

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