
Ha pasado a la historia como una 'película maldita'. Un incendio inexplicable en el set de rodaje, extrañas presencias, accidentes y desgracias que se sucedían en el entorno de los actores y técnicos han conformado la leyenda negra de 'El exorcista'. Tal era la tensión, cuentan, que hasta el director William Friedkin hizo llamar a un sacerdote para que bendijera el plató.
Pero más allá de las meras casualidades y de la sugestión que provoca un filme de estas características, la mayoría de los sucesos que circulan sobre esta cinta son «habladurías». Lo dice su protagonista, la niña poseída y exorcizada por el padre Karras en la mítica película, treinta y cinco años después. «Los adultos tienen otro punto de vista cuando están en el rodaje. Se decía que allí pasaron cosas, pero yo no vi nada bueno ni malo», aseguró ayer la actriz Linda Blair en una rueda de prensa que concedió en Málaga, tras ser homenajeada la noche anterior por el Festival de Cine Fantástico de la Universidad de Málaga.
Como toda estrella que se precie, Linda Blair se hizo esperar. Más de una hora tardó en comparecer ante los medios de comunicación, con poco ánimo al principio y que luego compensó contestando a todas las preguntas, sin obviar ningún asunto. Así, la actriz -que mezclaba el inglés con palabras en español- admitió que siempre será 'la niña del exorcista', pero dijo sentirse orgullosa de formar parte de ese filme. «Qué duda cabe de que si haces una gran película en tu vida te marca, pero para mí 'El exorcista' es una película perfecta y fue un regalo poder participar en ella», afirmó.
Duras condiciones
Quien conmocionara al mundo en el papel de Regan recordó las «duras» condiciones del rodaje -«tanto para un niño, como para un adulto», matizó- y la elevada exigencia de su director. «Hace 35 años, el mundo del cine no usaba ordenadores y tenías que hacerlo perfecto, todas las escenas y los efectos especiales tenían que ser perfectos», comentó.

Cuando rodó la película Linda Blair tenía sólo 14 años, pero la fama prematura no le afectó en su vida. «Los niños del cine maduran hacia la adolescencia, aprenden de la vida y la vida les enseña cosas, pero no por ser niños del cine. Le pasa a cualquiera. Y como todos los adolescentes, hay momentos de confusión», declaró. No obstante, comentó que al estar expuesta a los medios de comunicación, «esa confusión se hace más evidente».
Pero Linda Blair quiere que vean en ella algo más que el rostro del terror en la década de los 70. Por ello, recordó que lleva 45 años en el cine, y que en ese periodo ha trabajado en varias comedias y ha hecho mucha televisión, como actriz y presentadora.
El más allá

El género del terror le dio la fama y es una constante en su trayectoria cinematográfica. No obstante, Blair opinó que en estos años «ha cambiado demasiado y ha ido a mucha sangre y a lo gore». «Me atrae más el miedo que puede estar en la imaginación de cada uno de nosotros», aseguró.
Vegetariana y enamorada de los animales -practica la filosofía del veganismo-, Blair se ha dedicado en cuerpo y alma en los últimos años a proteger a perros y a gatos abandonados a través de su institución Linda Blair World Heart Foundation. «Tenía que hacer algo que importara al mundo», declaró. Por ello, montó en su misma casa una especie de perrera, donde puede acoger hasta 50 animales. «Tienen espíritu, ayudan a las personas y muchas veces actúan y son como las personas», concluyó.
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